Todos soñamos con ser nuestro propio jefe, pero
no siempre se puede dejar de recibir un salario. Entonces, ¿cómo puedes hacerlo?
Muchas personas sueñan con dejar su trabajo de
oficina y empezar su propio negocio. Muchos emprendedores exitosos mantuvieron
sus empleos mientras sus empresas empezaban a generar ingresos suficientes.
Esta etapa de transición puede ser estresante y difícil, especialmente cuando
no disfrutas de tu trabajo. Pero esto no tiene que ser así.
Aunque la ambición es importante, muchas veces
no es suficiente para impulsarte. Mantener tu motivación durante el paso de
empleado a emprendedor es crucial. Es fácil perder el camino y descorazonarse
en el proceso de cambio. Aquí hay algunas acciones que puedes tomar, mientras
sigas en tu trabajo, para seguir adelante con tu emprendimiento.
1. Sé muy claro en tus razones para empezar un
negocio
Conectarte con tu “por qué” es el paso más
importante que vas a tomar. Tal vez necesitas ser tu propio jefe, independencia
financiera, libertad de horarios, expresión creativa, estar en casa con tus
hijos o ayudar más al prójimo. Cualquiera que sea tu razón, saber qué te motiva
e impulsa es lo que te mantendrá enfocado y comprometido con tu sueño cuando
las cosas se compliquen.
2. Comprométete con tu sueño
Desear que algo funcione y comprometerse de
verdad para que esto suceda, son cosas muy distintas. Cuando te responsabilizas
de verdad de tus metas, haces un “contrato” contigo mismo para hacer que se
cumplan. Significa que “echarás toda la carne al asador”, encontrarás
soluciones cuando se presenten obstáculos y no renunciarás, sin importar qué
suceda. Haz el juramento contigo mismo y
demuéstralo a las personas en tu vida.
Todas las mañanas lee en voz alta tu visión,
enfocándote en el resultado final: un negocio floreciente propio. Al enfocarte
en esta meta, podrás hacer elecciones diarias que te acerquen a tu objetivo.
4. Únete a una comunidad de apoyo
Estos grupos de emprendedores se comunican con
frecuencia para compartir anécdotas, consejos y herramientas. Son maravillosos
para mantener el enfoque y permanecer motivado. Una buena forma de encontrar
una comunidad cercana a es a través de LinkedIn y Meetup. Y si no conoces
alguna, ¿por qué no crear una propia en Facebook?
5. Aprende todo lo que puedas
Investigar y estudiar todo lo que puedas es muy
importante para tu negocio. El internet ofrece una variedad incalculable de
fuentes de información para formar un negocio propio. Toma cursos, contrata un
coach o encuentra un mentor. Escucha podcasts y audiolibros cuando vayas a la
oficina. Cuanto más aprendas y te conviertas en un experto en tu área, más
seguro de ti mismo y motivado estarás.
6. No odies tu trabajo
Todos los días date la tarea de apreciar algo de
tu empleo. Tal vez disfrutas a tus colegas o tener vacaciones. Tal vez solo sea
el café que venden afuera de la oficina.
El punto es que debes buscar las cosas buenas de
tu trabajo. Entre más te enfoques en el lado positivo de tu situación actual,
más éxito tendrás en todas las situaciones, incluyendo a tu negocio.
Los pensamientos negativos “chupan” la energía,
dificultando lograr tus sueños.
7. Fíjate metas diarias
Da pasos pequeños y medibles todos los días para
impulsar tu negocio, entendiendo que habrá días en los que sentirás que no
estás haciendo progresos. Mucho del trabajo al principio será tedioso, pero es
parte de la base de tu negocio. Al dar “pasitos” diarios – que incluyen las
acciones mundanas – empezarás a ver resultados. Con cada progreso que des, por
muy leve que sea, aumentará tu confianza y determinación.
Al incluir estas acciones en tu agenda diaria
mientras tienes un trabajo de oficina, permanecerás comprometido con tu negocio
propio. Y hará que el tiempo que pases siendo empleado pase más rápido.
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