¿Sabía que el
primer negocio de Bill Gates, Traf-O-Data, fue un fracaso? ¿O que antes de ser
presidente, Abraham Lincoln llevó a la bancarrota una tienda? O ¿qué Henry Ford
sufrió varios fracasos automotrices en sus inicios, incluyendo Detroit
Automobile.Co, que inició en 1899 y cuyos autos fueron considerados de poca
calidad y demasiado caros para los clientes?
Como emprendedor,
es importante reconocer y entender que el fracaso es parte de un negocio.
Muchos presidentes de compañías exitosas han fracasado en algunos negocios en
algún momento de su carrera de emprendimiento. Pero intentarlo siempre ha
estado en sus mentes.
Un emprendedor es
una persona que comienza un negocio y está dispuesta a correr el riesgo de
perder por alcanzar el sueño de generar dinero. Aventurarse a crear una empresa
es un riesgo, pero sin riesgo no hay recompensa. Intentarlo es el primer paso.
Uno de los consejos
más importantes cuando se fracasa en un negocio es evaluar por qué se fracasó.
Escriba todo lo que salió bien y todo lo que salió mal en un papel. Piense en
qué puede hacer diferente la próxima vez si se encuentra en una situación
similar. No hay nada de malo en cometer un error. La clave está en aprender de
esos errores para no volverlos a cometer. Recoja el conocimiento que ganó con
esa experiencia negativa y transfórmela en algo positivo.
La mayoría de los
emprendedores exitosos han lanzado un promedio de 2.3 negocios antes de
consolidar alguno. Así que no hay excusa para no seguir intentando. El único
momento cuando realmente puede considerarse un fracaso es cuando renuncia y se
niega a volverlo a intentar.
“Si piensas que
eres muy pequeño para tener impacto, intenta dormir con un mosquito”.
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